Las obras son diseñadas como experiencias que invitan al público a viajar. De forma compartida con otros del público y los actores, y de forma individual. Viajar largo, hacia adentro...Son viajes que pueden durar un instante, pueden durar años, o que se pueden disparar mucho tiempo después de haber salido del teatro. Siempre traen algo, una imagen, una pregunta, un antiguo aroma, o unas inexplicables ganas de iniciar un nuevo viaje...Tal vez el coraje de pedir un abrazo o de dar unas disculpas.

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Antes las palabras viajaban escritas en cartas, y hubo cartas que llevaban en su espalda imágenes y fueron llamadas postales. No solo llevaban palabras e imágenes, ese papel era encargado de transportar olores, estados de ánimo, lágrimas...uno podía saber si el que escribió estaba bebiendo café, té o vino, si estaba solo en su cuarto o en un parque, en la costa o en la sierra. Ese papel traía un pedacito del instante en que fue escrita.

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Hemos tenido la fortuna de cruzar hermanos que tienen el don de plasmar su viaje en una ilustración y los invitamos a formar este proyecto donde sus viajes se transformen en postales para que nos acompañen en las gira y se queden por las casas que nos quedamos y junto a los hermanos que vamos encontrando.

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Hace muchos años por las tierras de Latinoamérica los mensajes viajaban a pie, los valientes encargados fueron llamados "Chasquis", esta palabra Quechua significa dar y recibir, otros la traducen como trueque. Fue así que su oficio nos resultó familiar e inspirador para este proyecto donde el viaje, el tejido de redes de hermandad y el trueque son sus fundamentos. Y de algún modo sentimos que aquellos tiempos no son lejanos y que todos venimos de un mismo lugar.

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